domingo, 25 de noviembre de 2007

ARTÍCULO


Los cuentos son beneficiosos a todas las edades, y gracias al articulo de una revista digital he podido comprobar que también cuando son bebés, este articulo me ha parecido muy interesante y me ha hecho conocer curiosidades sobre los bebés en cuanto a los cuentos y los bebés y me ha parecido oportuno incluirlo aquí, la pagina web de la que ha sido extraído es la siguiente: http://www.guiainfantil.com/libros/Lectura/libroBebes.htm, si queréis tener más información os recomiendo visitarla y leerlo, espero que os guste.

-EL CUENTO Y EL BEBÉ-

Nunca es demasiado pronto para introducir los cuentos en la vida de los niños. Mucho antes de saber leer, los bebés pueden relacionarse con los libros, pues son capaces de escuchar, ver y sentir (sienten incluso antes de haber nacido, según los especialistas), y es desde - y a través de - los sentidos como se genera y acrecienta la curiosidad y el gusto por los libros y sus historias.
Los bebés nacen con unas necesidades primarias de afecto, de sueño, de alimento... y nacen también con necesidad de historias. Tienen necesidad de estimulación hacia la palabra, tanto oral como escrita, con el adulto como cómplice. Lo que un niño puede comprender no depende únicamente del desarrollo intrínseco de sus capacidades interpretativas, sino que viene condicionado por la presencia y familiaridad de esos elementos en su cultura.Cuanto antes se ponga en contacto a los bebés con estos estímulos, mejor. Desde la cuna es conveniente aportarle pensamiento y palabra a través de canciones, nanas, juegos corporales y de la narración de pequeñas historias.

Antes de los tres años la relación madre-hijo o padre-hijo crea situaciones muy especiales para el desarrollo del lenguaje. Si esto se produce desde el principio, supone enormes ventajas en el desarrollo posterior del niño. No sabemos lo que entienden pero sí podemos saber qué es lo que prefieren. Y todos ellos quieren historias, palabras especiales, sonoras, ¡sea cual sea su significado! A los bebés, desde un primer momento, les podemos hablar de tres formas diferentes:- Con el lenguaje de los hechos, de los actos, de las situaciones, de lo cotidiano. Es el lenguaje que normalmente utilizamos cuando lo vestimos, lo alimentamos, lo queremos.- Con el lenguaje del relato, que tiene la misma capacidad de comunicación de la lengua escrita. Este lenguaje lo utilizamos al contar, al cantar, al recitar. No le interesan tanto los contenidos como la sonoridad de las palabras. Con este lenguaje, el lenguaje cotidiano se desarrolla.- Con el lenguaje del silencio, necesario para que pueda interiorizar lo que le estamos comunicando, y pueda responder a los estímulos.

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